18 de Noviembre de 2012
La Riviera Madrid
Trivium / Caliban / Upon a Burning Body
Organizaba Last Tour International
Trivium llegaban a España siendo considerados los herederos de Metallica y con un Matt Heafy en plena forma. Y Madrid, como es habitual, no podía faltar a su cita, aunque La Riviera no registrara el lleno, si que hubo buen ambiente durante toda la noche, sorprendiéndome el hecho de ver una gran cantidad de gente esperando desde primera hora, algo que hacia tiempo que no veía Aunque no es para menos, los de Orlando habían ofrecido las noches previas grandes conciertos en Barcelona y Barakaldo.
Los primeros en salir, Upon A Burning Body, presentaban su segundo álbum “Red. White. Green”, un cóctel de sonidos extremos bien defendidos con mucha energía y sobretodo potencia, pues estuvieron incesantes en formar walls of death y circle pits. Muy animados durante su corta actuación, me hubiera gustado verles durante más tiempo, llamando muchísimo la atención que salieran con zapatos y trajeados ante el asombro de un publico que en su mayoría desconocía como se las gasta este quinteto de Texas, hasta el punto de que seguramente se fueron de allí con unos cuantos seguidores de más.
Tras ellos, ya con la sala cogiendo color con un publico de edades muy diversas, el cambio en el escenario hacia presagiar la que posteriormente liarían los alemanes Caliban. Unas cajas de luz situadas delante de la batería con las consonantes del grupo y cuatro pantallas por guitarra decoradas con el diseño del último álbum de la banda, así como menos monitores por miembro, o lo que es lo mismo, más cerca del borde del escenario.
Segunda vez que les veo en lo que va de año y cuarta en total, a cada cual mejor. Actitud, presencia, contundencia y energía son calificativos que podrían definir el frenesí que forman cuando salen al escenario. Da igual donde y cuando, si bien entrada la gira cuando les pude ver el pasado mes de mayo o finalizandola como ahora, el quinteto de Hattingen ha alcanzado un nivel envidiable y sus fans lo agradecen manteniendo la exigencia con constantes circle pits y walls of death alrededor de la sala. Aunque en ese aspecto el merito es de Andreas Dörner, su vocalista, perfecto en los ocho intensos cortes que nos dejaron, manteniendo intacta su puesta en escena.
Comenzaron por el combo de canciones Dein R3.ich e It’s Our Burden to Bleed para dar paso al tema que abre su ultimo trabajo “I Am Nemesis”, We Are The Many provoco los primeros crowd surfing. Aunque lo mejor estaba por llegar, “I Will Never Let You Down” de su aclamado “The Awakening” desataba la locura final cuando sólo se llevaban veinte minutos. Y aun tenían una sorpresa, calificada así porque aunque vengan haciéndolo habitualmente no era de esperar en un concierto de unos ocho temas, pero cayó, Sonne de Rammstein nos presentaba la otra cara de la banda, la más industrial minutos antes de que Memorial y The Bogeyman nos confirmasen que Caliban arrasan con uno de los mejores metalcore de la actualidad.
Tras los alemanes, media hora de descanso, cambio de backline y listos para Trivium, quienes apenas decoran el escenario, salvo con unas grandes T a los lados del escenario y el clásico telón de fondo. Mucho minimalismo para ver a una banda que ha sido descrita como la elegida para marcar una época. Que le pregunten a Matt Heafy, si con tan solo veintiséis años ya es considerado como tal, qué le deparará el futuro. Si hay que estar seguros de algo tras lo vivido la pasada noche es que el éxito esta de su lado.
Impecables y arrolladores de principio a fin, desde las primeras notas de la brutal In Waves dejaron claro que los habituales problemas de sonido de La Riviera no irían con ellos y que iban a cumplir con las altisimas expectativas que habían generado, porque lo hicieron y de que manera. Memorable arranque el que formaron con la ya citaba y Like Light to the Flies. Matt no dejaba de moverse de un lado a otro, intercambiándose los micrófonos con el otro guitarrista, Corey Beaulieu, algo de agradecer cuando los hay que se atan con el mismo pie de micro toda la noche. El caso del nipon estadounidense fue todo lo contrario, pedía constantemente circle pits, ayuda en los coros, incitaba al borde del escenario, se movía todo muy sonriente y agradecido durante toda la actuación, no tardó en recordar su anterior visita a España hace seis años como teloneros de Iron Maiden, anunciando al mismo tiempo sus esperanzas de no tardar tanto en volver.
Las siguientes en caer, Rain e Into The Mouth Of Hell We March dejaron clara su pegada, sonido compacto, y un gran derroche de calidad en todos los aspectos, solos incluidos, la mención también la merece Nick Augusto, no hay gran banda sin un batería que destaque por encima, y ahí esta él. Para entonces el concierto ya había subido a unos limites sorprendentes, con todo el publico entregado a un repertorio que aun sin sorpresas, hicieron lo que venían haciendo en toda la gira del verano en adelante, representaba muy bien la diversidad de su discografia, desde el momento más heavy hasta el más metalcore, no podían faltar Ember to Inferno, del primer álbum, los clásicos Pull Harder on the Strings of your Martyr, A Gunshot to the Head of Trepidation, Black al unisono, o mi preferida, Watch The World Burn. Todo perfecto para una gran noche de metal, culminada con Throes Of Perdition, esperando que las palabras de Heafy sean verdad no tarden otros seis años en volver.