Desde que regresaran después de un doloroso hiato para sus fans, Fall Out Boy nunca han ido a lo seguro con canciones de rock con toques de pop y punk como solían hacer, sino que su radio fórmula se ha visto ampliada con nuevas influencias nunca antes imaginadas.
Desde sus humildes inicios en Chicago para conseguir un legado musical entre los mejores y más grandes grupos de rock moderno, Fall Out Boy han tenido muchos obstáculos hasta alcanzar su meta. Y sin embargo, a medida que van publicando discos, la sensación es que siempre vuelven más fuertes y seguros de si mismos. 2015 ha sido una prueba más de que lo suyo es imparable, “American Beauty/American Psycho” se las tenía que ver con ser el segundo disco después de su vuelta, el que confirmara ese nuevo sonido más bailable y menos punk que en sus inicios.
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“Nunca supe dar razones a por qué nos ha pasado todo esto“, asegura Patrick Stump en una entrevista con AltPress. Atrás queda aquel cierre de gira en el que llenaron dos veces el mítico Wembley Arena de Londres (11 y 12 de octubre), “no es lo normal, ni me lo esperaba, pero supongo que es la forma en la que esto se desarrolla con el paso de los años. Y aún así es raro“.
Y aunque la banda ya anunció un pequeño descanso para dedicarse a proyectos personales y estar con sus familias, la maquinaria sigue adelante con la composición de un nuevo disco. Un proceso mucho más calmado que con “American Beauty/American Psycho“, compuesto durante la gira de “Save Rock And Roll“.
Por aquel entonces, hacer algo rápido fue una decisión inteligente para conectar aún más con la gente después del hiato. “American Beauty/American Psycho” fue un disco que superó todas las expectativas y de alguna forma restableció lo que podíamos esperar de Fall Out Boy.
El cuarteto hizo en aquel disco lo que tenían ganas de hacer después de colaborar con muchos y tan diferentes artistas. Llevar su sonido un paso más allá de lo esperado al tiempo que retomaban algunos vestigios de la época previa al hiato. Grabaron demos de “American Beauty/American Psycho” en habitaciones de hotel y en camerinos de festivales. Y en esa está su esencia, en lo que sentían en aquel momento.
“Hicimos lo que nos apetecía en ese momento“, asegura Patrick. “Componer tan de seguido era lo que queríamos y creo que para mi fue lo más acertado“. Raperos, DJs, Fall Out Boy iban colaborando cada vez más con diferentes estilos, todos ellos muy dispares. Pete nunca ha escondido que lo que necesita una banda es probar muchas influencias y que “los raperos y DJs son capaces de responder directamente a la cultura pop“.
No en vano, Jay Z ya estaba en la introducción de “Thriller“, apertura de “Infinity On High“, y eso quiere decir que Fall Out Boy nunca se fueron del rock, sino que siempre han hecho rock, un rock distorsionado, a su manera, sin miedo a llevar su música un paso más allá. Porque donde muchas otras bandas se encasillan por estar en una banda de rock, lo que Pete, Patrick, Joe y Andrew necesitan es abrir constantemente nuevas puertas. “Es gracioso por que no me imagino que alguien nos escuche ahora por primera vez“, se sincera Patrick.
Es ese coqueteo con diferentes géneros lo que siempre les ha ayudado a que actualmente sean lo que son. En una época en la que la gente ya no escucha ni grupos ni artistas sino canciones, es la diversificación lo que les abre muchas puertas y posibilidades. Incluso en el remix del disco, con un invitado en cada canción, como si de un presagio fuese, sin revelar ninguno de sus planes como ya hicieran en los últimos años, Fall Out Boy siempre se las arreglan para desconectar y sorprender. Por que es ahí dónde radica el poder de su legado.
 
			 
												 
												 
												 
												