01. Bajamar
02. Pleamar
03. Medusa
04. Orbita
05. Jauría
06. Tesalia
Toundra no es sólo música. Es observar, contemplar, analizar, reflexionar.. Nada tiene que ver, salvo unos pocos vestigios guitarreros, con el sonido que desplegaba más de la mitad de su formación en Nacen de las Cenizas, puesto que ahora existe más margen a experimentar dentro de la rabia melancólica que nos ofrecieron no hace mucho con “Kallisti”. Y el experimento va por buen camino, envueltos en los pasajes más inciertos, ya que pueden ser tan vivos como tranquilos, crudos como suaves, maduros, están haciéndose, de nuevo, un nombre, abriendo una nueva escena en la capital.
El proyecto no es para menos, apenas un año y ya gozan de un sonido personal que los aleja un poco de las grandes bandas de post-rock tales como Isis o God Is An Astronaut, ya que van mas allá de lo ambiental, dejan de lado teclados y efectos sonoros sobre sus guitarras, y presentan en este su debut un sonido más duro, comenzando con las melodías calmadas de “Bajamar” para atraerte y paulatinamente ir añadiendo potencia para acabar llegando al climax sonoro que se mencionaba ya con “Medusa”, quizá más asemejado, por citar algún ejemplo, a los estadounidenses Pelican.
Interesante la propuesta, bajo y batería correctos, no van más allá de la complicación o de lo inusual, juegan mucho con el ritmo llevando la intensidad que le da la mezcla de riffs y arpegios por las guitarras, que no caen en lo de siempre, como la mayoría de bandas de post-rock, ser repetitivas. Si por lo que sea quieres desconectar un rato y explorar más allá de lo escuchado hasta ahora, Toundra es tu grupo, muy recomendable.
Por Juan Rodriguez Talavera
