Sin que sirva de precedente, no diré esta vez que se preveía una noche diferente. Para La Maravillosa Orquesta del Alcohol todas las noches son una celebración de la vida, de la música, de vivencias y momentos compartidos, como bien indicaba su vocalista David Ruiz al final del concierto.
Cinco años y más de 300 conciertos después, La MODA despedían “La Primavera del Invierno” en la primera de las tres fechas que harán en la mítica Joy Eslava, un antiguo teatro reconvertido en sala de fiestas. La definición de lo que La MODA pueden ofrecer. Por un lado, la sutileza y precisión de una obra teatral, y por otro, la energía y el desfogue de una buena fiesta en la que el elemento conductor es la música.
Una hora de concierto diseñada para cantar y saltar como cuando la primera vez que les vi en sus comienzos. “Buenas noches, Madrid“, gritó David Ruiz, haciendo retumbar la sala. Una canción, otra más, y otra, cada una de ellas con un papel concreto.
Desde “Miles Davis“, perfecto agitador inicial, hasta la tenue “Hay Un Fuego“, y la definitiva “Gasoline”, todas tienen su papel destacado, porque todas sonaron en una noche que quedará para la historia en un disco en directo. Y entre canción y canción no sólo hay aplausos y gritos, sino fidelidad a una banda única, que ha sabido llevar su pasión a un publico ansioso.
El proyecto se ha transformado, ahora les noto más seguros de si mismos, más voraces, más enérgicos si cabe desde aquel “No Easy Road”, pero siguen siendo La Maravillosa Orquesta del Alcohol en estado puro. Más que nunca, dicen en su entorno, y confirmamos los que fuimos la pasada noche del 20 de octubre a Joy Eslava. Y siguen haciendo lo que mejor saben y lo que más quieren compartiéndolo con los suyos, como el caso de The Big Bench e Iseo. Tocar para poder hacer mejores canciones. Y volver a tocar.
El descanso es merecido, pero mientras tanto, se les echará muchisimo de menos. No tardéis en volver, mágicos.
