Leeds Festival 2013
23 de agosto de 2013
Bramham Park, Leeds (UK)
Tras años de impresionarme con el cartel de los festivales ingleses y especialmente con el más importante en cuanto a música rock e indie, fue toda una experiencia poder disfrutar del día de apertura de la edición norteña del Reading & Leeds. Podrían escribirse líneas y líneas sobre lo que es vivir un festival como estos desde dentro, el ambiente, la climatología (siempre protagonista principal en cualquier festival de las islas británicas), o incluso el empeño por el reciclaje aunque parezca mentira; no obstante centraré la crónica en lo puramente musical.
Tocó madrugar para no perderse ni una actuación, y es que los festivales británicos llevan un horario totalmente distinto a lo que nos tienen acostumbrados las citas españolas, donde las altas temperaturas veraniegas hacen imposible empezar al mediodía. De esta forma, aun quitándonos las legañas de los ojos, no nos quisimos perder a Bury Tomorrow estrenando el escenario principal, y a pesar de “ser uno de los grupos más heavies de la edición” según ellos mismos se definieron, contaron con una acogida bastante considerable y no fueron pocos los que comenzaron con moshes y circle pits en las primeras filas. En general, ofrecieron un recital de hardcore lleno de técnica y con mucha interacción con el público. Muy buena forma de dar inicio a la jornada larga que teníamos por delante.
Una vez finalizada la actuación de los de Southampton, nos acercamos al escenario NME/BBC Radio 1 para ver uno de los conciertos que más ganas tenía de disfrutar. Los californianos Wavves habían conseguido reunir a un centenar de incondicionales teenagers en las primeras filas que no pararon de saltar y empujarse durante los 40 minutos de set, formado principalmente por cortes de su aclamado King of the Beach, aunque con momentos también para presentar temas nuevos de su reciente Afraid of Heights. Canciones de rock lo-fi directas, con fórmula idéntica en las líneas vocales, que hicieron caldear el ambiente poco antes de la hora de comer.
La curiosidad mató al gato y a mis oídos podríamos decir. Hadouken volvían a reunir a una buena cantidad de jóvenes con ganas de fiesta mañanera en el escenario principal. Sin duda si lo que quieres es bailar como un poseso y pegarte con el resto de la gente, esta es tu banda, pero personalmente su propuesta de rock-dance con algunos toques dubstep no llegaron a convencerme. Todo lo contrario a lo que consiguieron Hacktivist en uno de los escenarios pequeños. Sin duda una de las grandes revelaciones de los últimos meses. Por internet se les define como rap-djent y quizá sea la descripción más acertada, ya que se basan en dos líneas de voz raperas y unas bases muy técnicas y progresivas a lo Meshuggah. La propuesta de estos jóvenes músicos gustó y mucho además. En su repertorio no faltaron la cover de “Niggas in Paris” de Jay-Z o “Elevate” su “canción protesta” a la cual fue invitado Rou de Enter Shikari a acompañarles a las voces, grupo, por cierto, con el que estarán girando este otoño por Europa.
Lo negativo de estos festivales masivos, con infinidad de artistas a lo largo de 8 escenarios, son los solapamientos. Entre otras cosas, hicieron que tuvieramos que disfrutar de la mitad de los conciertos de Tribes y Heaven’s Basement. Los primeros, ofrecieron un concierto muy similar al visto el año pasado en el Bilbao BBK Live, un buen recital de Indie británico, al que por supuesto se le tiene mucho aprecio por estas tierras. Los segundos hicieron lo propio con su receta de rock ochentero y clásico, muy guitarrero y enérgico.
Vuelta al Main Stage para no perderse la actuación de uno de los nombres grandes del día, Editors. Aunque su propuesta de rock tranquilo puede paralizar las ganas de fiesta de la mayoría de los asistentes, su recital es a día de hoy uno de los más importantes de la escena alternativa europea. Si que es verdad que empezar con “Sugar”, uno de los cortes de su último trabajo con una progresión bastante tranquila no fue un acierto, pero enseguida se ganaron al público con clásicos como “Munich”, “Bullets” y por supuesto “Smokers Outside the Hospital Doors”.
Hora de sentarse en la hierba y comer algo, mientras de fondo disfrutamos de The Lumineers. Los de Colorado fueron apoyados por una horda de fans rondando la veintena que no pararon de corear la gran mayoría de sus temas. Su Folk Rock llega en un momento más que propicio, en un país y en un año donde Mumford & Sons encabezan Glastonbury, su propuesta no podía fallar, y no lo hizo.
A pesar del tópico, la puntualidad inglesa no fue el fuerte del festival y consecuencia de ello lo sufrieron, muy a nuestro pesar, los norirlandeses And So I Watch You From Afar, quienes se vieron obligados a recortar su recital a 20 minutos, pero que los supieron aprovechar al máximo en los 4 cortes más intro que ofrecieron. Probablemente no sepamos ser objetivos con esta banda, pero fueron sin duda uno de los espectáculos más contundentes del día a pesar de los problemas que tuvieron que acarrear.
La afición por el rock instrumental nos impidió ver el inicio de Fall Out Boy en el escenario grande, sin duda uno de los platos fuertes del festival ya que desde su anuncio de reunión el pasado mes de febrero, habían provocado un hype bastante importante entre los aficionados al punk-rock más melódico de la década de los 2000. Es por ello, que no sorprendió la enorme cantidad de gente que quiso acercarse a ver clásicos como “This Ain’t A Scene, It’s An Arms Race” , “Saturday” o “Thnks fr th Mmrs” e incluso bailar con sus nuevos éxitos como “My Songs Know What You Did In The Dark”.
Lo que resultó curioso y preocupante, fue la espantada que hubo tras el concierto de FOB y más teniendo en cuenta que los que les seguían eran ni más ni menos que Nine Inch Nails. Quizá es que a los menores de 20 años las siglas NIN no les dicen nada, pero fue raro poder disfrutar de la actuación de Trent Reznor y los suyos en las primeras filas sin agobio de gente, pero en fin, mejor para los afortunados que nos quedamos a verles. Su espectáculo, lleno de luces y focos rodeando a los músicos se inició de forma perfecta con la contundente “Wish” seguida por “Terrible Lie”. Lo más remarcable del directo de esta gente, es que llegan a sonar tan bien como en el disco, y eso lo consiguen a base de reunir a músicos de nivel entre las tablas. Tanto los temas rockeros como “1.000.000” o lo más electrónicos como “Burn” sonaron impecables a la vez que directos, mientras la noche nos cubría y las primeras gotas del día empezaban “a molestar”. Al contrario de lo que han venido haciendo en algunos festivales durante el verano, ninguno de los temas de su esperado nuevo disco Hesitation Marks fue interpretado en su actuación de algo más de una hora que finalizó entre aplausos y gritos del público con “Head Like a Hole”.
La lluvia no cesó, pero eso no es problema en un festival ingles, más bien todo lo contrario, aquí se lo toman a cachondeo y mientras ansiábamos la salida al escenario de Biffy Clyro, los técnicos amenizaron la espera con un “Singing in the Rain” en el hilo musical, para al menos, echarnos unas risas con el humor inglés. Al igual que como vimos en su actuación esta primavera en Manchester, un enorme telón blanco tapaba todo el escenario, mientras Simon Neil salía con su guitarra a tocar los primeros acordes de “Different People”. No tardó en agradecer a todos por la paciencia que tuvimos bajo la lluvia y el hecho de que eso no nos impidiese cantar y disfrutar de todos sus temas bajo esa “jodida lluvia”. El setlist de los escoceses no fue nada que no se esperase, pero lo realmente impresionante fue el uso de láseres, pirotécnia y llamaradas a lo largo del escenario, que fueron usados en temas como “That Golden Rule” o “Who’s got a Match?”. Pequeños problemas al inicio de “Biblical”, probablemente provocados por las malas condiciones climatológicas, no eclipsaron el intenso recital que nos estaban ofreciendo.
Tampoco faltó el momento de tranquilidad con “Folding Stars”, aunque no en versión acústica como venían tocando últimamente, o “Machines” que fue iniciada con la primera estrofa y estribillo de “Questions & Answers”. Al trio se le veía completamente entregado e ilusionado. Era la séptima vez que tocaban en el festival, pero la primera como cabezas de cartel, y fueron ellos mismos sin duda los que más lo disfrutaron. Una energía y entrega que llegó a extremos de ver a Simon rompiendo su guitarra contra el suelo al acabar “The Captain”. Pequeño bis para recuperar fuerzas, y aunque con la tristeza de que aquello se acababa, nos dejaron a todos con la boca abierta en “Stingin Belle” y con la magnífica interpretación de “Mountains” acompañada de fuegos artificiales en el final del corte, que acompañado de la lluvia que ya nos empapaba desde hacía un par de horas, lo convirtieron en algo mágico e inolvidable. Imposible pensar en una forma mejor de acabar un día lleno de música en directo, a pesar de la odisea que fue salir del recinto completamente embarrado. Mon the Biff!
Fotos Daniel Boud, Andrew Whitton y Todd Owyoung