
“No Closer To Heaven” es un disco denso y lleno de emoción en el que encontramos momentos de tristeza, arrepentimiento, nostalgia, y un punto icónico de belleza. Es como vivir una mala experiencia y tratar de describir lo aprendido desde un punto de vista positivo. Ahí es dónde radica el principal cambio de sonido en The Wonder Years, cuando el rock más adulto encaja a la perfección con el pop-punk más juvenil.
Dan “Soupy” Campbell entrega siempre una parte de si mismo en cada uno de los discos de The Wonder Years. Cada vez suena más seguro de si mismo y el resultado es una banda más compacta, incluso cuando la vida te pone obstaculos. Así es como suena la introducción “Brothers &“, con un mensaje esperanzador que actúa de catalizador perfecto para la enérgica “Cardinals“.
Más fuertes que nunca
The Wonder Years suenan más fuertes, pero más sombríos que nunca. Dos cortes que establecen el tono de “No Closer To Heaven“, oscuro, crudo y desgarrador, con el mensaje “we’re no saviors if we can’t save our brothers“, pero con un estribillo en coro que marca ese punto de esperanza.
“Creo que estoy componiendo cada vez mejores canciones“, aseguraba Soupy hace unos años cuando se lanzó a su proyecto en solitario. Una mezcla de sonidos rockeros y folk que inevitablemente ha hecho mella en este nuevo disco de su banda.
Y si las dos primeras canciones marcan el tono del disco, es “A Song For Patsy Cline” la que confirma el giro de The Wonder Years a su sonido, más duro que nunca pero tan coreable como siempre. Sin embargo encontramos descanso en “I Don’t Like Who I Was Ten“, un tema más rápido y punk, y en “Cigarrettes & Saints“, una de las mejores canciones que la banda ha compuesto hasta la fecha. Profunda e intensa, a medio camino entre una balada rockera y un acelerador punk rock. Todo ello con vestigios de los mejores The Wonder Years.
Más duros, más suaves, más rápidos, más lentos, es el viaje perfecto para toda mezcla de estilos. “The Bluest Thing In Earth” forma parte de las más rápidas, las melodías de guitarra a las que ya nos tenían acostumbrados con los ritmos más frenéticos y unas voces mucho más agresivas. Opuesto a “Stained Glass Ceilings“, suave y calmada, mientras que “You In January” es totalmente su zona de confort.
Madurez es la palabra
Madurez es la palabra que mejor se podría aplicar a la carrera de The Wonder Years, arraigados en su pasado pero con mucho espacio para crecer. Ya no son aquella banda juvenil que deslumbró con sus primeros discos, ahora tienen su propio sonido, un poco de todo que no pierde la esencia sino que la mejora. “No Closer To Heaven” termina con una intima balada acústica que da titulo al disco.
Y al final del todo, la pregunta es, ¿esta preparado este disco para ser una bomba ante las masas? La respuesta es no, porque “No Closer To Heaven” no lo necesita, es mucho más que eso, es un grandisimo himno para una generación de privilegiados, en el lugar y momento exacto de culto en el que The Wonder Years se merecen estar. Como ya dijo Soupy “no se trata de forzar la felicidad, sino de no dejar que la tristeza venza“.