Lo hago pocas veces pero en esta ocasión he de admitirlo, tenía la entrada de este concierto desde el mismo día que salieron en agosto. No me lo pensé dos veces. Llevaba muchísimo tiempo esperando para verles al lado de casa sin necesidad de viajar a Londres o París. Y eso que un viaje mola, pero un concierto al lado de casa se disfruta de otra forma. Ya sabéis.
Algunos, leyéndome, pensaréis que estoy exagerando. Comprar una entrada de un concierto con 6 meses de antelación. El caso es que hay cosas que las imaginas, no sabes muy bien por qué pero tienes la sensación de que será así. Y con State Champs en concreto tenía la corazonada de que agotarían, de que su gira por España (Bilbao, Barcelona y Madrid) sería un éxito. Y así fue, dos sold out demuestran las ganas que teníamos de verles.
Cierto es que la presencia de As It Is ayudó a que se diera el último empujón, pero también que en los viajes que he hecho para verles, siempre me he encontrado a alguien de España. En el caso de Londres, por ejemplo, no hice más que ver españoles que habían ido expresamente a verles.
Os estaréis preguntando qué tiene que ver esto. Bueno, pues mucho. Tiene que ver para dar sentido a la gran cola que se formó a las puertas de la Sala El Sol. Tiene que ver para que algunas personas hicieran noche, tiene que ver para que el publico no dejara de saltar en toda la noche, para que “Secrets“, última en el repertorio del quinteto neoyorkino, acabase con invasión de escenario.
Son un grupo diferente dentro de un panorama pop punk que empieza a sobrecargarse. “Around the World and Back” es un disco perfecto entre la emotividad melódica y la rabia explosiva, lleno de energía. Y eso como es obvio, se traduce en un concierto perfecto, sin fisuras.
As It Is sin embargo pecaron de dar demasiada importancia a su imagen. Que me perdonen sus fans. Me gustan, os lo aseguro, tienen canciones que se defienden solas. “The Coast Is Where Home Is“, “Soap“, “Dial Tones“, pero me dio la sensación de que su vocalista Patty piensa demasiado en su imagen. Esto no es ni malo ni bueno, de hecho logró conectar muchísimo con el publico de las primeras filas. Pero a mi, personalmente, me dejaron algo frío e inseguro. Y para estarlo, tengo que creerme plenamente que lo que tengo delante es natural.
Y como en todos los conciertos de muchos grupos (la noche era de cuatro), hay espacio para las sorpresas. Northbound hicieron un concierto precioso, delicado y natural. Su presentación no pudo ir mejor, y no sé si a vosotros también, pero conmigo, ganaron un fan más. Es más, ya han pasado unos días y no he conseguido quitármelos de la cabeza.
Abriendo, los barceloneses Treehouse Kids y un rollo más Boston Manor, mitad emo rock, mitad pop punk. Se les vio con muchas ganas y con unas ideas muy interesantes. Tocará explotarlas aún más y demostrar que aquí también hay una buena cantera de bandas.
Por lo demás, no quiero cerrar sin un llamamiento. Por favor, State Champs, no tardéis en volver.