Manchester Orchestra recupera el sonido de los himnos del rock de la década de 2000 con su nuevo álbum. ‘The Million Masks of God‘ es un viaje emocional lleno de increíbles melodías vocales que se complementan con una lírica conmovedora.
Tan conmovedora como desgarradora fue la noticia que recibieron a mitad de su composición. El padre de Robert McDowell, guitarrista principal y corista de la banda, había fallecido. Fue cuando el álbum adquirió un nuevo significado. ‘The Million Masks of God‘ trata sobre la vida, la muerte y, lo más importante, la familia. Y lo hace con un sonido que alinea a la perfección un sentimiento de nostalgia y una mirada hacia el futuro.
Si eres fan del particular sonido rock de la década de 2000, lo que notarás desde el principio de este álbum es un toque clásico. Las canciones están llenas de ese estilo rockero (ahora de la vieja escuela), un sonido que recuerda a Arcade Fire, The Killers y Kings of Leon. Un sonido ligado a las voces y la sensación de dolor, pero enseñando a lidiar con todo lo que supone. Quizá se deba al hecho de que la banda se formó en 2004, por supuesto, pero es genial volver a escucharlo y ver cómo han evolucionado desde aquel ‘Simple Math‘ que les catapultó al éxito.
Para quien haya pasado gran parte de su adolescencia lejos de la familia es muy reconfortante. 45 minutos de duración que comienzan con ‘Inaudible‘, varias voces cantando juntas antes de que empiece a sonar un ritmo lento de batería. La lentitud de la misma y el sonido profundo son casi hipnóticos. Hasta el punto de mezclarse con la siguiente, ‘Angel of Death‘. La voz de Andy Hull se escucha con claridad, llena la atención como solo ellos saben.
A medida que avanzamos, ‘The Million Masks of God‘ se ralentiza, dando paso a los Manchester Orchestra más experimentales. Justo antes del giro que se produce con ‘Keel Timing‘, de ritmo mucho más rápida. La melodía vocal es una muestra de la capacidad de Andy para llevar el peso del álbum.
‘Bed Head‘ fue el primer single, la primera muestra de que, al igual que ‘A Black Mile To The Surface‘, este sexto álbum de Manchester Orchestra es una bestia más compleja de lo que parece a primera escucha. Y si bien sería fácil asumir que el tema del álbum podría prestarse a una musicalidad más sombría, aquí, la banda podría decirse que está en su forma más cinematográfica y audaz.
Hacia la mitad escuchamos ‘Annie‘, otro giro más, cambiando los ritmos pesados de batería por el tañido de una guitarra acústica, creando un sonido dulce y saludable. Casi como la sensación de estar sentado frente a una fogata, o una canción que suena en el largo camino a casa tras un viaje. Encaja perfectamente. La voz femenina que se escucha agrega un elemento de dueto que combina bien.
Las siguientes presentan una vía más experimental: la electrónica adquiere un papel más predominante, como en ‘Dinosaur‘, los sonidos se retuercen en diferentes formas, regresando al folk en ‘Way Back‘. Incluso las grabaciones de notas de voz de los hijos de Andy Hull encuentran su camino en el rico tapiz del álbum. Un disco que se siente dinámico y vital, sin dejar de respetar el legado de la banda hasta ahora, ‘The Million Masks of God‘ es asombroso, tiene esa cualidad de un alma llena de nostalgia, sabiduría y emotividad.