Todavía hay esperanza para el rock. Después de demostrar internacionalmente hasta dónde eran capaces de llegar, Parkway Drive han sabido adaptarse al cambio y tars la publicación de “Atlas” en 2012, estos cinco locos australianos parecían haberse estancado en un metalcore típico, muy previsible y demasiado familiar.
Para nuestra suerte y para la no suerte de los fans de los primeros discos, “Ire” es exactamente lo que Parkway Drive necesita en este momento de su carrera. Es una reinvención audaz y temeraria que coloca a la banda en su propio sonido, lejos de etiquetas de metalcore innecesarias, llevándoles a un nuevo nivel, incluyendo las voces de McCall.
Epitaph invirtió en un entrenador vocal y parece ser que la jugada les ha salido muy bien, porque las voces de Winston, aunque siguen sonando tan brutas como antes, vocalizan mucho mejor y los resultados están presentes en cada minuto de “Ire“. La música ha madurado, reúne elementos de rock, y metal para crear un duro, pero atractivo sonido. “Bottom Feeder“, por ejemplo, ofrece tanto la canción más pesada y más pegadiza del disco como la más versátil. Cuando Winston insta a que movamos el cuello no queda otra, hay que hacerlo.
Pero no se trata sólo de música en este disco, y supongo que nadie está discutiendo la calidad de los primeros discos de Parkway Drive, sino que más allá de cómo suene “Ire“, lo que destaca de este disco es que han progresado en su sonido como nunca lo habían hecho.
Han abandonado el camino fácil del metalcore del montón para investigar en un rock más personal, al tiempo que no abandonan aquello que les dio popularidad. No es como la evolución de Bring Me The Horizon por ejemplo, porque en Parkway seguimos teniendo elementos de “Deep Blue” u “Horizons” como esos gritos y riffs potentes de “Dying To Believe“. A ver quien es capaz de decir que no suena a los primeros Parkway.
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No dudo de que muchos de los que escuchen “Ire” en su totalidad dirán que algo falla, pero la finalidad de este disco no es volver a demostrar lo que ya hicieron sino a hacer ver que son más que metalcore, a unir todo lo que les gusta independientemente del estilo. Esa es la motivación que impulsa gran parte de “Ire“, y la que hace que sea una gran experiencia.
Por otro lado, también es verdad que “Ire” no sólo es la versión más dinámica y líricamente impresionante de Parkway Drive sino que es el disco con mayor potencial para el éxito. Esto se muestra quizá más en “Vice Grip“, aplastante, con un coro al alza que obliga a cantar. O “Crushed“, que mezcla elementos de Rage Against The Machine con Rammstein en el ya clasico sonido Parkway Drive. Menuda mezcla, ¿verdad?
Aunque creo que todavía hay espacio para crecer, Parkway Drive han tomado una buena dirección con “Ire“, abandonando perjuicios innecesarios creados cuando etiquetamos la música. El resultado son 11 canciones pesadas, enérgicas, novedosas y variadas. Y si no atentos a “The Sound Of Violence“, probablemente la canción que mezcle ambos Parkway Drive, los primeros con los actuales.
1. Destroyer, 2. Dying to Believe, 3. Vice Grip, 4. Crushed, 5. Fractures, 6. Writings on the Wall, 7. Bottom Feeder, 8. The Sound of Violence, 9. Vicious, 10. Dedicated, 11. A Deathless Song