Si “Ire” fue como una grieta en el hielo del sonido de Parkway Drive, este sexto álbum, “Reverence“, es su apertura total, el seísmo que ahoga todo lo que tiene a la vista y se prepara para un nuevo renacer, el que marca un antes y un después en una banda que nos deja muchos de los himnos del metalcore que marcaron una época.
Parkway Drive han recorrido una ola de proporciones meteóricas en la última década, derramando un metalcore rápido y agresivo en un metal más accesible. Siguiendo el camino de muchos y sobreviviendo como pocos, Parkway Drive sembraron la semilla de lo que es “Reverence” en “Ire“, y al igual que otras bandas como Avenged Sevenfold, Parkway han dado un vuelco total a su sonido y a su visión, cada vez más personal y menos genérica y dependiente de unos patrones muchas veces previsibles.
“Reverence” recoge tanto como rompió “Ire“, retirando el metal pesado en favor de un brillo reluciente que se desliza a través de los riffs de cada una de sus canciones. No hay duda de que es el disco más accesible de Parkway Drive aunque conserven su pesadez en los pocos vestigios que quedan en la voz de Winston McCall. Hay de todo, desde una sorprendente melodía vocal en “Shadow Boxing” hasta un asombroso momento de cuerda en “Chronos“.
Ya el primer corte, “Wishing Wells” nos presenta un gran despliegue de voces limpias y ásperas nadando en un mar de caos. Una potente sección rítmica choca constantemente con remolinos de riffs que aunque puedan no sonar en un primer momento a los Parkway de antaño, suena francamente bien.
Parkway Drive emulan a sus ídolos, infunde ritmos gigantescos y rizos caleidoscópicos con ganchos que rompen moldes y que son tan himnos limpios como duros, desde el inicial robado a Metallica en “The Void” (no importa cuantas veces escuches su apertura, siempre esperaras escuchar a James Hetfield), la nueva ola de nu-metal de Slipknot de la mencionada “Shadow Boxing“, hasta el tintineo de la soledad en el cierre “The Color Of Leaving“.
Al igual que Avenged Sevenfold y Architects antes que ellos, Parkway Drive ha apostado por su predominio del heavy metal, y si el ciclo de “Reverence” no termina con el predominio de los de siempre en los grandes festivales, entonces es que algo mal hay en este mundo.