Si ‘Keep You‘ significó un renacimiento para Pianos Become the Teeth atrayendo influencias post-rock e indie a su característico sonido denso, ‘Wait For Love‘ es la realización floreciente en este cambio de dirección.
Hay una belleza de otro mundo en gran parte de ‘Wait For Love‘. Atrás quedaron los bordes abrasivos de ‘The Lack Long After‘. La voz suave de Kyle Durfey proporciona claridad en los momentos más intensos, mientras que los saltos estilísticos, como los que se encuentran en la escasa ‘Bay of Dreams‘ y ambiciosos ‘Dry Spells‘, se sienten muy naturales y progresivos. Es mucho menos una reinvención que un sorprendente crecimiento musical, y se traduce en algunos momentos fantásticos de deslumbrante melodía musical a través del viaje en serpentina que proporciona ‘Wait For Love‘ en canciones como ‘Love On Repeat‘.
Tampoco es un torrente furioso de emociones, ni quiere serlo. Es una experiencia íntima, casi enclaustrada, que rumia profundamente sobre las ideas de la familia, las relaciones y el amor (en sus múltiples formas). Tiene rincones oscuros donde los sentimientos se corrompen y se pudren (no sería un disco de Pianos si no tuviera estos sobresaltos inhóspitos), pero también tiene un sentido de resolución, incluso de calma, que es completamente nuevo.
Todavía hay un golpe de energía, como la de ‘Charisma‘ y el excelente ‘Bloody Sweet‘, un corte que sirve como el oportuno recordatorio de la potencia incendiaria de Pianos cuando sus músculos están completamente flexionados.
No podemos olvidar los momentos de belleza cristalina sobre los que se sustenta. ‘Fake Lightning‘ es la canción abanderada, mientras que ‘Bitter Red‘ es la mezcla entre los Pianos de ‘Keep You’ y la profundidad de ‘Wait For Love‘, combinando el sonido pesado de percusión con la nueva profundidad.
Seguir ‘The Lack Long After‘ y ‘Keep You‘ siempre será un desafío. ‘Wait For Love‘ tiene éxito al no repetir estos triunfos pasados. Un trabajo que hace girar a Pianos a unos nuevos territorios que al mismo tiempo suenan familiares, lo que les permite redibujar una vez más las fluidas fronteras entre el post-hardcore y el indie-rock.
